Cristian Londoño (Quito, 1973). Escritor, guionista, productor y realizador audiovisual. Publicó sus libros de poesía: Desojare, Luna de Solitarios y El Signo de la Luna. Su novela: El Instinto de la Luz. Escribió y dirigió las siguientes obras de teatro: Amantes Azules y Cirios Negros. Escribió y dirigió los corto-documentales: “El Hacha enterrada”, “Malayerba: la condición humana en un retablo” y “Jorge Velarde: Autoretratos”. Produjo, dirigió y escribió las series de tv: “La Belleza de Sentir”, "Patriotas" y “Arte de Sentir”; el documental para Tv: "Jorge Enrique Adoum: El poeta desenterrado". Ganó la I Bienal de Joven Poesía ecuatoriana Jorge Carrera Andrade y el Primer lugar del V Festival al aire libre de la Municipalidad de Guayaquil.
SINOPSIS DEL AMOR
Pienso: soy trasnochador.
¿ Pensar, qué es?
Un cúmulo de ideas
disueltas en agua de mi memoria.
¿ Y trasnochar ?
Sobrevivir una noche interminable.
¿ La noche ?
Oscuridad.
¿ La oscuridad del ser ?
La que tienen los hombres
en un día claro y soleado.
¿ Y el amor, dónde está ?
En el fondo de los corredores del alma
con su velita encendida.
¿ El amor, qué es ?
Pensar en la felicidad.
¿ Sólo pensar ?
Sentir. Devorar. Amar.
¿ Amar ?
Es un claro
en la nocturnidad.
¿ Nocturnidad ?
Sí, sólo implica pensar.
¿ En qué ?
En que soy un trasnochador
con el cerebro perdido
en un estanque de sueños azules
y mis células iluminadas.
¡ Entonces, el amor !
Quizás.
CAFÉCONCIERTO
La posición
sin convencionalismo.
El paladar es indispensable.
Sentir que la esencia
contamine el cuerpo
- después de todo -
el amor termina por contaminar
todas las cosas.
Sus partes:
su consistencia
flujo de palabras y silencios
embrujan las almas.
Su disolución
cantidad de ternura
encerrada en el momento.
Su aroma
olor fuerte
de los instintos liberados.
Su sabor
deleite sensual
del éxtasis rítmico.
Primero
lo dulce: besos
caricias.
Luego
lo amargo: tristeza
discusiones.
El acto de amar sorbo a sorbo.
Componentes mezclan emociones.
Al final
en la piel quedan
las ganas de seguir en el enredo
la ilusión
la ternura
( y el último sorbo de café ).